Los gatos traen calor, alegría y también muchas horas de diversión, desde lo razonable hasta lo completamente insólito, conocido como los gatos rompiendo las reglas. Por eso, deberían recibir algo de ayuda a la menor oportunidad. Es por esto que todo dueño de gato debe tener un kit de primeros auxilios para gatos listo en casa. Este kit es útil cuando tu gato tiene una lesión o enfermedad.
No hay manera de evitarlo: cada dueño de gato debe estar preparado para la inevitabilidad de esas pequeñas emergencias en el hogar. En caso de emergencias, tu kit de primeros auxilios para gatos debe incluir algunos elementos esenciales que pueden ayudarte durante estas situaciones:
Termómetro Digital — Para tomar la temperatura de tu gato. Los gatos típicamente tienen temperaturas entre 99.5 y 102.5 grados Fahrenheit y se consideran febriles si la temperatura está por encima de este rango, o por debajo de este puede ser hipotermia (una situación de emergencia)
Manta o toalla: Una manta suave, una alfombra vieja o una gran toalla de baño puede proporcionar un gran confort; simplemente extiende el tejido sobre tu regazo y coloca a tu gato sobre él mientras te ocupas de él. También puedes usarlo para envolver a tu gato para transportarlo si lo llevas al veterinario.
Armar un kit de primeros auxilios para gatos te hará estar más preparado para atender las lesiones de tu gato y ayudarte a tranquilizarte. Durante una emergencia, la rapidez es crucial para la salud y bienestar de tu gato. Esto también puede ayudarte a mantenerte calmado y asegurarte de que lo más importante realmente se haga.
Uno de los primeros pasos para los dueños de gatos es entender cómo evitar situaciones de emergencia; pero después de eso, se trata de lo que haces cuando ocurren. Al armar un botiquín de primeros auxilios para gatos, considera los problemas o lesiones que tu felino en particular podría sufrir. Hay varios tipos de lesiones que tu gato podría estar sufriendo, como:
Además, ten cuidado con cualquier señal de que tu gato podría estar enfermo. Señales más graves incluyen pérdida de pelo, malestar general (muy cansado o somnoliento), pérdida de peso y no comer. Debes contactar a tu veterinario rápidamente si ves alguna de estas señales de advertencia.